LARGA AUSENCIA, VUELTA AL RUEDO...
Dos meses separan mi última publicación de esta, lo sé. Pido disculpas por eso.
Sin embargo, hoy traigo un tema que me parece muy interesante como músico, estudiante y director de orquesta incipiente:
La historia y el simbolismo que marcan a una de las óperas más vanguardistas del repertorio verista que, no casualmente, se presentará en el Teatro Colón a partir de esta semana.
Como un amigo de la misma cátedra me la resumió, una ópera feminista (¡jaja!)
Escrita por G. Puccini (hasta la -atención, ¡SPOILER!- muerte de Liù) y completada por Franco Alfano a partir de bocetos debido a la muerte de Giacomo.
Cuenta la historia que Arturo Toscanini en su prima rappresentazione, un domingo 25 de abril de 1926, bajó la batuta donde había terminado la composición de su difunto amigo.
ARGUMENTO
El pueblo de Pekín espera ansiosamente conocer a quien será el príncipe que gobierne junto a la princesa Turandot luego del paso a la inmortalidad del emperador Altoum. Pero ese príncipe debe enfrentar una serie de tres enigmas que le propondrá. Lo particular de esto, es que aquel que con su soberbía desafíe a la princesa y falle, deberá pagar con su cabeza.
El anciano rey tártaro destronado y exiliado, Timur, se encuentra con su esclava Liù en el medio de la multitud que se pregunta quién será el próximo que muera desafiando a la fría princesa. En ese alboroto, el padre se encuentra con su hijo a quien creía muerto. La alegría es inmensa.
El príncipe desconocido, se enamora de Turandot. Se propone desafiar los tres enigmas. Los tres ministros Ping, Pong y Pang le aconsejan que no lo haga. De igual manera lo hace su padre y Liù, que teme por Timur y su soledad (¿y por ella? también.). Sin embargo, golpea tres veces el gong y desafía a la muerte.
Los tres ministros hablan de sus sangrientos rituales: tres golpes al gong, tres enigmas, y abajo cabeza. Relatan que esto ha sucedido seis veces en el año del ratón, ocho en el año del perro y trece en el año del tigre, que está transcurriendo ahora.
El emperador Altoum le pregunta tres veces al extranjero si confía en que no va a morir, y este le responde con toda seguridad que sí.
La princesa llega a la ceremonia y cuenta la historia de su abuela, la princesa Lo-u-Ling, quien fue apagada en una noche atroz por un extranjero. Esa es la razón de su frío accionar.
Siendo firme en su decisión de responder los tres enigmas, el extranjero reafirma que no vacilará en y que seguirá con vida
Los enigmas son resueltos: La esperanza, la sangre y Turandot.
La princesa se niega a entregarse al extranjero, por lo que él la desafía a que descubra su nombre antes del alba para liberarse de su martirio.
Turandot ordena a todo aquel que sepa el nombre del desconocido deberá confesarlo, sino la muerte se hará cargo de él. Nadie durmió esa noche, pues nadie sabía su nombre. Excepto una mujer: Liù. Ella, por amor, tiene fuerza para anteponerse. Se hace cargo de su destino y permite que el príncipe termine con su propósito.
La princesa de hielo, fría y oscura, está al borde de ser vencida. En la salida del sol, el príncipe confiesa quien es: CALAF, hijo de Timur. Luego suenan las trompetas que anuncian la hora del alba. Venció Turandot.
Ante el pueblo se presentan, es la hora de la prueba final.
"Padre augusto, conozco el nombre del extranjero. Su nombre es: ¡amor!"
La princesa, conmovida, le permite la entrada al príncipe Calaf.
Giacomo Puccini
Nacido en Lucca, norte de Italia, en 1858. Comenzó a estudiar piano en su adolescencia. Años más tarde estudió en el conservatorio de Milano, donde tuvo una vida muy Bohemia.
Estos datos no son liberados al azar, a que establecen la personalidad del gran compositor: histriónico, mujeriego, seductor.
Sus óperas tienen la particularidad de tener dos mujeres protagonistas. Siempre una es la que representa la fuerza espiritual y la debilidad material, y la otra quien representa la fuerza material y la debilidad espiritual. Una representa el amor y la otra el desamor. Por ejemplo: La Bohème: Mimí, el personaje amoroso, lleno de esperanza y Musseta que vive el día a día, rompiendo con la sumisión que se espera de la mujer en Paris en esa época. Lo mismo sucede con Tosca, solo que esas dos personalidades se ven en un mismo personaje. La Floria débil, celosa y la Floria que es capaz de asesinar con tal de salvar a su amado, enfrentándose a la muerte. Esas óperas fueron estrenadas en 1900 y 1904 respectivamente.
En 1909, la vida de Puccini es sacudida fuertemente por una muerte. Su ama de llaves en Torre del Lago, Doria Manfredi, de 23 años, es acusada por la esposa del compositor, Elvira, de ser la mujer con quien él se ha acostado. En aquel pueblo, el odio a la joven ama de llaves es incapaz de extinguirse. Hay que considerar que se esperaba que la mujer cumpla con las expectativas sociales de la época.
En cartas escritas por Puccini a Sybil Seligman, relata los acontecimientos de esos días:
"En cuanto al ´affair Doria´, Elvira no ceja su persecusión; ha ido a ver al cura para que hable con su madre y está haciendo todo lo posible para echarla del pueblo(...) Mi alma se rebela contra toda esta brutalidad" 20/12/1908
"Sigo inmerso en la mayor infelicidad. Si supieras las cosas que mi esposa ha estado haciendo y como ha estado espiándome(...) Basta con que te diga que no quiero vivir más. Desde luego, no con ella" 4/01/1909
"Estoy sumido en una profunda desesperación y mi posición está irremediablemente arruinada. Doria se ha envenenado con sublimado corrosivo y de un momento a otro espero noticias de su muerte. ¡Puedes imaginar mi estado! Estoy acabado." 27/01/1909
"La pobre desgraciada ha muerto esta mañana. No puedes imaginarte el estado en el que me encuentro" 28/01/1909
"Es una historia larga y demasiado triste para contarla ahora. Te resumiré los hechos someramente.
Elvira siguió persiguiendo a la pobre chica, impidiéndola que diese siquiera un paseo y contando historias sobre ella a todo el pueblo(...) hice las paces con ella y le pedí que se olvidara del pasado y que se contentara con que la chica ya no estaba en casa. Prometió que lo haría: pero esa misma tarde la encontré escondida, vestida con mi ropa, espiándome" 6/02/1909
Estos sucesos, una riña judicial contra Elvira, tener que escaparse de Torre del Lago azotaron fuertemente al compositor que cayó en una profunda depresión.
No es menor eso en la composición de Turandot. La historia que inspiró la ópera, que fue recreada por Carlo Gozzi en 1780, no contaba con el personaje de Liù. Justamente ese personaje, que en sus dos incursiones expresa el deseo que siente por Calaf, es quien cuenta con la inteligencia, incluso sobre lo material, de trascender gracias al amor. Ese personaje, al igual que Doria, se suicida. No solo lo hace en lo concreto del acto, lo hace de una forma simbólica como demostración de amor. El personaje de Liù puede ser interpretado como Doria, y las Palabras de Timur "Abre los ojos paloma. Su alma agraviada se vengará. ¡Sé bien a donde vas y yo te seguiré para descansar a tu lado en la gran noche sin amanecer!", ¿pueden ser la súplica de un perdón del mismo Puccini?
La autopsia de la joven Doria reveló que era virgen. La difamación de Elvira había sido en vano.
Simbología
Esta es la parte más interesante, a mi pensar, de todo el análisis.
El número 3 aparece es crucial para la ópera:
3 actos
3 enigmas
3 ministros
3 golpes al gong para desafiar a la princesa
3 veces que el emperador es desafiado por Calàf
3 mujeres como protagonistas: Turandot, Liù y Lo-u-Ling. Los precisos me dirán que la abuela vivió hace miles de años y que no es un personaje. Pero yo considero que es quien le da sentido al argumento y su perticipación (o mejor dicho, su no-participación) es más que significante.
El número tres es el primer número impar del secuencial aritmético. Se compone por la adición del 1 que es la unidad y el 2 que corresponde al primer número par. No hay otro número en el secuencial de estas características , ni similar, ni análogo, ni homólogo. Su poder multiplicador es único en la aritmética pitagórica. Pero también el número 3 es una "piedra angular" en el Teorema de Pitágoras y un símbolo de derivación interpretativa en la alegoría masónica como fuente de inspiración y de aprendizaje para muchos de los principios fundamentales de la Orden.
fuente: introducción a masonería.
¡OJO! Lejos estoy de insinuar que Puccini era masónico, como sí lo fue Mozart (y lo plasmó en Die Zauberflöte). Pero esta idea del número 3 y la representación de los dos astros de los ritos tradicionales de la masonería (el sol y la luna; la luz y la oscuridad; el calor y el frío; Liù y Turandot) podrían darle ese giro interpretativo.
Siguiendo un paradigma (llamémoslo así) Platónico, el Ser Supremo tenía tres personalidades:
La material, la intelectual y la espiritual. ¿Por qué no darle ese giro a la historia?
Turandot como personalidad material, ya que tenía el poder de la vida y la muerte;
Liù como personalidad intelectual, ya que antepuso su virtud, su voluntad ante la muerte;
Lo-u-Ling como personalidad espiritual, porque es quien trasciende la vida.
Puede que esté muy lejos de la visión que tengan de esta ópera, pero no creo que sea una infundada ni mucho menos.
-¿Qué le da tanta fuerza a tu corazón?
-Princesa, ¡el amor!
Santiago Otharán Ferrari.
Awww! que linda publicación!
ResponderBorrarSiempre impecable Santiago!! Valoro mucho tu refexión y opinión!! Bravisimo!!
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